Violencia hacia la mujer, cifras de alarma en el sur de Sonora

Violencia hacia la mujer, cifras de alarma en el sur de Sonora

GÉNERO. Datos de la Casa de la Mujer Indígena revela un incremento del 67% hasta agosto de 2021, respecto al 2020 en la región de Mayo; mientras que, en homicidios al género femenino, Sonora está en el segundo lugar a nivel nacional.

Ana Valera

Navojoa/DMX. En Navojoa, no hay un avance en el tema de la erradicación de la violencia contra la mujer, al ir incrementando alarmantemente las cifras mes con mes, siendo la mujer indígena, una de las mayores afectadas, pese a los programas preventivos que impulsan los gobiernos Federal y Estatal.


Según datos de la Casa de la Mujer Indígena “La Paloma” (CAMI), obtenidos por ElDiarioMX, corroboran la difícil situación de violencia hacia el género femenino en la región sur de Sonora, debido a que, tan solo en el mes pasado, se tuvieron 49 afectadas atendidas en este organismo, a quienes les brindó servicios legales, de psicología y de trabajo social.


La coordinadora de CAMI, Patricia Alonso Ramírez, informó que, los índices de violencia que reciben mes con mes, en el periodo de mayo a agosto de 2021, se han registrado 569 casos de mujeres atendidas por la institución en situación de violencia, números que, en comparativa con el año pasado, tienen un incremento de 67%, al sumar en 2020 un total de 385 casos.


Las casas de las mujeres indígenas hasta ahorita son los únicos espacios más cercanos a la mujer, es muy poca la intervención en la política pública que tienen los tres niveles de gobierno, para atender o redimir la violencia de género en población indígena”, señaló.


Alonso aseguró que, si bien, “La Paloma” debería atender exclusivamente a comunidades de la región del Mayo, el alarmante incremento de casos exige dar un poco más, encargándose de llevar los procesos hasta la capital, dado a que existe una problemática que no se ha podido resolver en 10 años.


NECESIDAD IGNORADA
Sonora es la entidad que mantiene el primer lugar a nivel nacional en llamadas de emergencia al 911, por incidencia de violencia familiar desde 2017. Tan solo en Navojoa se registraron 2 mil 131 incidentes, de enero a septiembre de este año.


A pesar de los hechos, el gobierno no ha apoyado a este tipo de proyectos como la CAMI, para ayudar a erradicar el problema, resaltó la defensora.


Tenemos 10 años solicitando al Congreso del Estado que autorice recursos para la Casa de la Mujer Indígena, esperemos que el nuevo gobierno (Alfonso Durazo), sea más sensible para atender estos problemas y colabores con recursos financieros”, declaró Patricia Alonso Ramírez.


La representante de CAMI, puntualizó que el único organismo que ha apoyado a este proyecto es el Instituto Sonorense de la Mujer (ISM), y la Fiscalía General de Justicia del Estado de Sonora (FGJE), de ahí en fuera, nadie más ha volteado a ver las necesidades del organismo.


SONORA, SEGUNDO LUGAR EN FEMINICIDIOS
El estado se encuentra a nivel nacional como la segunda entidad con mayores números por feminicidio, al registrar de 2017 al 2021, un total de 468 asesinatos de mujeres, de los cuales 187 se clasificaron como feminicidios, y 281 homicidios dolosos de mujeres.


La extitular del Instituto Municipal de la Mujer de Navojoa, Bertha Estrella Valenzuela, comentó que la dependencia se encarga de brindar acciones preventivas que apoyen a detener la violencia en los hogares y dar un seguimiento a los casos, los cuales sirven como una medida para prevenir feminicidios en la región, ya que el 95% de los feminicidios tienen antecedentes de violencia familiar, de violencia de pareja o violencia vicaria.


CAMI, UNA ESPERANZA
A pesar de esta gran responsabilidad, la CAMI de San Ignacio Cohuirimpo está trabajando en 24 comunidades, con un promedio de 300 mujeres organizadas quienes apoyan al equipo de compañeras para realizar diversas actividades, alrededor de los dos temas centrales que abordan, como: “Prevención de la Violencia de Género en Población Indígena” y “Promoción de los Derechos Sexuales y Reproductivos”.


Estos temas se desarrollan a través de talleres y ferias comunitarias, en las zonas más vulnerables de la entidad, ya que de esta manera se genera un mayor impacto, provocando que las mujeres reconozcan las señales y se asuman como víctimas de la violencia, animándose a pedir el apoyo para denunciar ante las autoridades competentes.