EDITORIAL
DMX. Dicen que en Navojoa no pasa nada. Por lo menos es la idea que han intentado vendernos quienes han gobernado desde el Ayuntamiento en diferentes administraciones. En esta editorial no vamos a tomarnos la molestia de desmentir cada dicho de las autoridades que se fueron o de los organismos, solo nos tomaremos el tiempo para puntualizar lo que en nuestras notas informativas plasmamos cada día.
La corporación policiaca está mal, no desde ayer, sino desde hace años. No es un problema que nació hace 20 días, sino es una más de las herencias no solo de Rosario Quintero (2018-2021), sino de Raúl Silva Vela (2015-2018), Alberto Guerrero López (2012-2015), José Abraham Mendívil López (2009-2012), Onésimo Mariscales Delgadillo (2006-2009), Gustavo Mendívil Amparán (2003-2006), y la lista puede seguir.
Si bien es sabido, Navojoa es de los pocos municipios donde se puede tranquilamente vivir en cuanto a los índices violentos referidos al crimen organizado. Aquí la situación es buena, no estamos como en otras ciudades de Sonora o del vecino estado de Sinaloa. Aquí sufrimos la falta de operatividad para detener los robos a vehículos, a casa habitación y a los apaleados comercios.
Cada mes, la organización Civil “Semáforo Delictivo”, detalla cada una de las matrices en las que las corporaciones, no solo de Navojoa, están fallando o necesitan poner atención, claro, viendo de lado positivo como las áreas de oportunidad.
El municipio vive cada día, desde hace años, robos en viviendas, donde hasta funcionarios de algunas administraciones pasadas e inclusive actuales, han “sufrido las de Caín” con los ladrones. Los comerciantes no son tan afortunados, han tenido que sortear los estragos de la pandemia por Coronavirus y en este momento ya piensan en la “pandemia de robos” en la futura temporada decembrina.
En nuestra noticia principal de este miércoles, destacamos que más de 70% de los elementos de Seguridad Pública Municipal no cuentan con la Certificación Única Policial (CUP), que avala que un policía en el país cumple con cuatro elementos clave para desempeñar esa función: formación inicial o su equivalente, evaluación de desempeño académico, evaluación de competencias básicas, y proceso de evaluación de control de confianza, este último donde la mayoría queda a deber, se dice.
Tal vez piense en este momento, ElDiarioMX va contra la administración de Mario “Mayito” Martínez. Realmente no, solo estamos señalando las “áreas de oportunidad” que tiene esta administración de corregir los errores del pasado. Claro está que, sino resarce este rezago, entonces será tan responsable como sus antecesores en el cargo.
“Navojoa no está para que se pierda el tiempo”, lo dicen en cada campaña los candidatos. Para hacerlo “tan grande como su gente”, parafraseando el slogan de gobierno, se tiene que hacer más allá de las buenas intenciones. El trabajo tiene que notarse y no sólo con la mano dura contra el ciudadano, sino la mano dura al interior de la corporación, para que sus elementos cumplan con sus obligaciones. Aunque la mano dura deberá iniciar desde Palacio Municipal, en el sentido de asignar y aplicar los recursos necesarios para la Comisaría.
El alcalde Martínez tiene a dos personas fuertes que pueden ayudarle a cumplir con estos objetivos de resarcir los daños en la corporación policial. La primera es la comisaria, Ana Lilia Córdova Herrera, quien tiene experiencia en la administración de corporaciones policiacas y en la labor jurídica. El segundo, es el secretario del Ayuntamiento, Julián Aguilera Zaragoza, que hasta el momento ha dado resultados en la operación política del gobierno. Estos dos personajes son los fuertes en el quehacer de esta materia.
“Es cuanto, señor presidente”, cierran efusivamente los políticos sus discursos.
