Xiomara LópezPsicóloga
“No lloramos porque estamos triste, estamos tristes porque lloramos” - William James.
Y es que se nos olvida que de eso se trata la vida, de permitirnos sentir.
Para llegar a ser quien eres actualmente, pasaste una serie de procesos, cosas que te han pasado, sucesos que te han marcado, episodios felices, tristes, molestos, tediosos, que han servido para formarte y aprender a llevar un estilo de vida, que no siempre es el ideal, sin embargo, estas situaciones, no siempre las queremos enfrentar, buscamos evadirlas o ignorarlas.
Hay una frase que dice que “nada es problema, hasta que te causa un problema en tu rutina diaria”. Y claramente podemos identificarnos con esto, porque, ¿Quién asiste al médico sin dolor o algún síntoma?, ¿Quién asiste al nutriólogo, sin que le digan que tienen que bajar de peso o por el contrario subir?, ¿Quién asiste al psicólogo sin que sienta que ya no puede ni respirar de tan agobiado? Exacto, ninguno de nosotros nos preocupamos por nuestro sentir, que si bien, nuestro cuerpo realmente es magníficamente sabio, capaz de afrontar las situaciones que se nos presentan y en ocasiones no le retribuimos de la mejor de las maneras.
Reflexionemos un momento, a lo largo de tu vida, ¿Cuántas veces has agradecido a tu cuerpo por todo aquello que te permite hacer, sentir, vivir?
Dedicamos tiempo a cosas, personas, que nos importan, pero pocas veces nos sentamos a prestarnos la debida atención, a sentir nuestras palpitaciones, checar la respiración, tomarse un tiempo para agradecerse por todo aquello que se es capaz de hacer y también porque no, pedirse perdón por todo lo que sea necesario.
Hoy tu que lees esta columna, te invito a que te tomes un momento para ti, aunque sea 1 minuto, donde seas consciente de que es lo que estas sintiendo realmente, a nivel físico y emocional, interesarte en ti, en tu hogar que es tu cuerpo, tu mente.
Agradece, pero hazlo para ti.
Tu psicóloga y amiga Xiomara López
Fb: Psic. Xiomara López
Ig: @Xiomara_lo
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