EXPERIMENTACIÓN. "Cuando estaba en lo más hondo de la depresión todo lo que veÃa era feo".
Londres/DMX. "Mi vida diaria se habÃa vuelto tan limitada. Me sentÃa torturada cada dÃa. Apenas me movÃa o hacÃa alguna cosa".
Asà describe Sarah, una mujer de 36 años, como era su cotidianidad hasta hace poco más de un año, cuando se encontraba agotada por la depresión, tras intentar numerosos tratamientos fallidos durante los años previos que incluÃan la administración de pastillas e, incluso, terapia por electrochoque.
Nada parecÃa funcionar.
"HabÃa agotado todas las opciones posibles de tratamiento", señala.
Entonces, surgió la oportunidad de intentar algo distinto, una solución experimental nunca antes empleada en el mundo y que hasta la fecha solamente ha sido probada con ella.
Para ello, era necesario colocarle un dispositivo eléctrico en su cráneo, conectado con cables a su cerebro para poder detectar y tratar su severa depresión.
La cirugÃa a la que tenÃa que someterse podrÃa sonar aterradora, pero Sarah asegura que la posibilidad de lograr "cualquier tipo de alivio" era mejor que la oscuridad en la que estaba viviendo.
Nunca antes nadie habÃa sido sometido a un tratamiento semejante.
HabÃa que insertar bajo el cuero cabelludo, una pequeña cajita que contenÃa una baterÃa y un generador de impulsos eléctricos. Luego habÃa que abrir pequeños agujeros en su cráneo para colocar los cables que darÃan seguimiento y estimularÃan su cerebro.
El procedimiento requirió de todo un dÃa de trabajo. Se hizo utilizando anestesia general, por lo que Sarah estuvo inconsciente todo el tiempo.
Ella cuenta que al despertar, estaba eufórica.
"Cuando el implante fue activado por primera vez, mi vida dio un vuelco de inmediato. Mi vida volvió a ser placentera. A las pocas semanas, los pensamientos suicidas desaparecieron", afirma Sarah.
Un año más tarde, Sarah sigue estando bien y no padece de efectos secundarios.
"Este dispositivo ha mantenido mi depresión a raya, permitiéndome ser la mejor versión de mà misma y reconstruir una vida que merece la pena", afirma.
El dispositivo siempre está encendido, pero solamente envÃa impulsos cuando determina que ella lo podrÃa necesitar.
Sarah indica que no puede sentir cuándo el dispositivo está funcionando, pero advierte: "Probablemente podrÃa decirte que se activó unos 15 minutos después de que lo hiciera debido al estado de alerta o a la energÃa positiva que siento".
Resultados prometedores
El tratamiento experimental al que fue sometida Sarah aparece descrito en un estudio publicado en la revista Nature Medicine.
Aunque los resultados obtenidos hasta ahora con ella son prometedores, los investigadores de la Universidad de California en San Francisco resaltan que aún es muy pronto para saber si podrÃa ayudar a otros pacientes que sufren depresiones difÃciles de tratar.
Katherine Scangos, una psiquiatra que participó en el studio, explicó que esta innovación fue posible al ubicar los "circuitos de la depresión" en el cerebro de Sarah.
"Hallamos una ubicación, que es un área llamada estriado ventral, donde la estimulación eliminaba consistentemente sus sentimientos de depresión. También encontramos un área de actividad cerebral en la amÃgdala que podÃa predecir cuando sus sÃntomas eran más severos", agregó.
La experta afirmó que se necesita mucha más investigación para probar esta terapia experimental y determinar su puede ayudar a más personas con depresión severa y quizá también con otras condiciones.
Un tratamiento personalizado
Scangos, quien ya cuenta con otros dos pacientes en los ensayos y espera reclutar nueve más, explicó que se trata de un tratamiento personalizado.
"Tenemos que ver cómo estos circuitos varÃan de un paciente a otro y repetir este trabajo múltiples veces. Hay que ver si los biomarcadores de un individuo o sus circuitos cerebrales cambian con el tiempo, mientras continúa el tratamiento", afirmó.
"No sabÃamos si Ãbamos a ser capaces de tratar su depresión porque era muy severa. Desde ese punto de vista, estamos muy emocionados con esto. Es algo tan necesitado en este campo en estos momentos", agregó.
Edward Chang, el neurocirujano que instaló el dispositivo, advirtió que esto ha sido solamente un primer paso y que aún queda mucho por hacer.
"Para ser claros, esto no es una demostración de la eficacia de este enfoque. Esto es solamente la primera demostración de que esta funciona en alguien. Tenemos muchas tareas por delante para validar estos resultados y ver si realmente es algo que logrará convertirse en una opción de tratamiento", agregó.
Jonathan Roiser, experto en neurociencia del University College de Londres, explicó que aunque se trata de un procedimiento altamente invasivo que solamente serÃa usado en los pacientes más graves que tuvieran sÃntomas incurables, se trata de un emocionante paso adelante debido a que la estimulación debe ser realizada a la medida.
"Es probable que si se prueba en otros pacientes, se requieran diferentes lugares de estimulación, ya que los circuitos cerebrales precisos que están detrás de los sÃntomas probablemente varÃan entre los individuos", dijo.
"Dado que solamente ha habido un paciente y no ha habido condiciones de control, queda por verse si estos resultados prometedores se repetirán en los ensayos clÃnicos", concluyó.
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Fuente: BBC