Flora Esmeralda convirtió la receta familiar en un popular negocio

HISTORIA. Dedicada a la elaboración de pan artesanal, la joven alamense retomó la receta de la abuela, para convertirlo en una profesión que aportara a seguir con sus estudios.

John Castellón

Álamos/DMX. Para salir adelante y tener el recurso para terminar sus estudios, Flora Esmeralda Valenzuela Bórquez, de 23 años, perfeccionó la receta de su abuela y ahora se dedica a la elaboración de pan artesanal, combinando las tradiciones con el comercio.

Originaria de Minas Nuevas, Álamos, la joven se instala desde muy temprano sobre la carretera que conduce de su localidad al Pueblo Mágico, donde se puede apreciar en un horno de leña, hecho a base de barro, la indumentaria para iniciar el proceso de su amada profesión.

Empanadas rellenas de piloncillo, de calabaza y piña; dulce de leche, crema bavaria, pañalitos y el tradicionalmente nombrado “pan de mujer” (usualmente denominado como el horneado tradicional del sur de Sonora) son la propuesta gastronómica que brinda a la comunidad y los turistas.

UNA TRADICIÓN FAMILIAR

“Vengo de una familia tradicionalmente panadera. Mis abuelas fueron las que me inculcaron este bello arte, de ellas aprendí. Aunque al principio no me interesaba, por la necesidad de emprender y buscar un sustento para ir a la escuela, empecé hacer pan”, recordó.

Flora Esmeralda agregó que al principio no vendía mucho, debido a la competencia que hay en el sector, por lo que busco perfeccionar la receta familiar.

“Una señora de Álamos que se dedica a lo mismo me mando una receta, la cual me sirvió para iniciar este proyecto, entonces, anteriormente me daba cuenta como lo hacían en casa, le hice unas modificaciones y un fin de semana me puse hacer tres kilos y vendí todo, lo que me emocionó para seguir haciendo y vender hasta 30 kilos por día durante el fin de semana”, agregó.

La alamense mencionó que cada vez hace una mayor cantidad de pedidos, los cuales vende en paquetes de tres piezas a 25 pesos.

“Gracias a Dios nos va muy bien. Para todo lo que hago le invierto unas cuatro horas o más. Doy a 25 pesos el paquete de tres piezas, puede ser combinado o de un solo sabor, lo que el cliente pida”, compartió.

CONTINUARÁN CON LA TRADICIÓN 

Respecto a la herencia de una receta que pudiera trascender por generaciones, compartió que su mamá y su hermana le ayudan a hornear y vender el producto.

“Me gustaría que mis futuros hijos siguieran con esta tradición, ya que con mucho esfuerzo nos ha costado mantenernos en este lugar y todo se debe gracias a los clientes que nos visitan de otros lugares ya que ellos se encargar de recomendarnos”, externó.

Por último, Flora Esmeralda mencionó estar agradecida porque hoy por hoy, van muchas personas a comprar su producto, sumándose cada vez más clientes que reconocen el buen sabor del pan artesanal.